El Brigadier Isidro Barradas, por encargo del gobierno español
organizó en La Habana un cuerpo expedicionario (llamado División de Vanguardia) de
más de tres mil quinientos elementos armados con el fin de generar un área de control
sobre las costas mexicanas y posteriormente recibir allí más elementos para la
reconquista de México para el gobierno español. Este cuerpo expedicionario
desembarcaría cerca de Tampico el 26 de julio de 1829, posteriormente al
desembarco durante los primeros días de agosto tomaría sin gran resistencia, pueblos
de la región y tomaría a Tampico el 6 de agosto del mismo año. En uno de sus
manifiestos el brigadier Barradas Dijo: “Cualesquiera
que hayan sido los sucesos posteriores al mes de Septiembre de 1821, en que una
turba de militares insubordinados, aprovechándose de circunstancias
particulares, osó aclamar la rebelión con el nombre de independencia, jamás se
ha desprendido S. M. de los incontestables derechos que heredó de sus
progenitores; jamás el nieto de Fernando y de Isabel ha dejado de ser el legítimo
soberano del pueblo de América que aquellos ínclitos reyes, sus antecesores,
descubrieron y conquistaron, etc.… Hermanos vuestros son los que parten a
sofocar el monstruo nefando de la anarquía y a restituiros todos los bienes que
nuestros padres y vosotros mismos habéis disfrutado durante la larga serie de
trescientos años… una es nuestra religión, nuestro idioma y nuestros usos; lejos
de nosotros toda idea de rencor y todo sentimiento de venganza por pasados
agravios; el olvido más completo de todo lo pasado, sin excepción de personas,
clases ni circunstancias, la conservación de los empleos y cargos tanto
militares como civiles y eclesiásticos que actualmente obtengan los que
obedezcan la voz del soberano… Yo os ofrezco, mexicanos, en el real nombre de
S. M. el Señor Don Fernando VII… que se echará un denso velo sobre todo lo
ocurrido en los ocho últimos años… “
Barradas de inmediato se enfrentó a una serie de problemas:
encontró rechazo y carecía de víveres. Entonces expidió un manifiesto “venimos de paz… Venid a la playa con
gallinas y demás comestibles, que se os comprará todo. Asimismo, los caballos
que podáis y algunas mulas que las compraremos en dinero de contado. El
comandante general que manda las tropas de vanguardia que están al frente, es
el brigadier Isidro Barradas, que viene por la primera vez, así como sus
tropas, a este país. Confiad en él, que os quiere y os tratará bien según lo
manda el Rey nuestro Señor”.
Por su parte la comisión permanente del congreso mexicano dictó disposiciones a fin de concentrar en Tampico todas las fuerzas disponibles, mientras tanto Antonio López de Santa Anna fue nombrado comandante en jefe de las operaciones de defensa. A su vez el congreso del estado dio la orden a todos los ganaderos cuyos predios estuvieran próximos al lugar que ocupaba el enemigo que sacaran sus animales a una distancia no menor a 80 kilómetros, bajo la pena de ser traidores a la patria.
El estado de Tamaulipas puso en pie de lucha 1,244 hombres para defender la integridad nacional, dichas tropas estaban a las ordenes del general Felipe de la Garza el entonces comandante militar de este territorio.
Al verse tomado Tampico los defensores de la ciudad se retiraron a Altamira lugar donde se les unió el general de la Garza, allí el general evacuó el poblado y lo dejó en tal condición de desolación que si era ocupado el enemigo no encontraría ninguna clase de víveres. El día 15 procedente de Matamoros llegó el general Mier y Terán y bajo su dirección se procedió la construcción de parapetos en el camino que va de Altamira a Tampico donde tuvo lugar una escaramuza, en tanto que De la Garza se retiraba a Horcasitas y tras su salida, Altamira quedó en manos de los españoles.
A las diez de la noche del 20 de agosto, Santa Anna atacó Tampico con cuatrocientos infantes y un escaso número de dragones, luchó contra seiscientos españoles que guarnecían la población pues los demás del ejército habían marchado con Barradas a ocupar el pueblo de Altamira. Sin embargo, cuando los españoles estaban a punto de capitular el oportuno regreso de Barradas con 2,500 hombres obligó a los mexicanos retirarse a Pueblo Viejo.
Manuel Mier y Terán fue nombrado comandante militar de Tamaulipas ya que Felipe de la Garza había sido comisionado por la capital. El general Mier y Terán se situó en el paso de Doña Cecilia (hoy Madero) cortando la salida de los españoles. Para los primeros días de septiembre, Santa Anna manda un aviso a Barrandas requiriendo el sometimiento y dando un tiempo de dos días para ello, a lo que Barrandas contestó pidiéndole paso franco para abandonar el país. Santa Anna no acepta esa solicitud que le había ordenado específicamente el sometimiento o que batallaran hasta la muerte. Al otro día, Barradas rechazo el sometimiento y con unos soldados agotados se decidió a dar combate. El día 8 de septiembre se hizo sentir una tormenta tropical que provocó grandes inundaciones que afectaron al ejército de Barradas.
El día 10 de septiembre las tropas de Mier y Terán
atacaron el Fortín de la Barra en manos del enemigo, con 900 hombres (algunas
fuentes apuntan a 1,200). El ataque se inició a la una de la tarde y se
postergó asta las cinco y media de la mañana siguiente, en este punto los
españoles y mexicanos acuerdan un alto al fuego para recoger heridos. Llegan
más refuerzos al ejército mexicano y antes de reiniciar las hostilidades el
Gral. Barradas, sitiado en Tampico y La Barra, solicita parlamento y finalmente
deciden acordar una capitulación el 11 de septiembre ante el general Antonio
López de Santa Anna, firmándose la capitulación en el Pueblo Viejo de Tampico
junto al general Manuel Mier y Terán. El ejército español entregó las armas,
banderas, cajas y pertrechos de guerra en sus posiciones de la Plaza del Muelle
en Tampico y en el Fortín de La Barra en la playa. Tras estos eventos Santa
Anna y Manuel Mier y Terán obtienen el grado de Generales de División y
Beneméritos de la Patria en Grado Heroico.
Acción militar en Pueblo Viejo
México a través de los siglos: historia general y completa... Tomo 4. México independiente / escrita por Enrique Olavarría y Ferrari; publicada bajo la dirección del general Vicente Riva Palacio
Emilio Peña Silva. (2006).
Del Bravo al Tamesí. México: Ediciones Euterpe, pp. 168-169
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